martes, 5 de junio de 2012

La Fuerza De La Vida


Impresionante, la fuerza de la vida... porque no sé de que otra forma llamarle a estas historias que conozco de primera mano. El juicio fácil, también se me viene a la cabeza, claro, pero como todos los juicios de este tipo, no resiste ni cinco segundos de mi propio análisis. Así que, finalmente, solo acierto a quedarme boquiabierta y darle vueltas y más vueltas por ver si en algún momento doy con la clave del asunto...

Imaginaos el caso de una mujer joven y sana; de repente, una meningitis infecciosa terrible, la mantiene en un hospital entre la vida y la muerte casi un año. Sale de ese hospital, con varios dedos y ambas piernas amputadas y cicatrices terribles en antebrazos y otras zonas del cuerpo, debido a la gangrena declarada a raíz de la enfermedad. Al imaginar su atroz sufrimiento a lo largo de esos meses me siento enferma. Imaginar la batalla posterior para superar su propia visión y desear seguir viviendo, me supera ampliamente.

Hoy camina sola, se depila el vello de los brazos con láser, se cuida la piel del cuerpo con peelings y cremas... Y yo, desde mi pequeña vida, desde la salud, la miro con sobrecogimiento, con admiración, con... incredulidad y no dejo de preguntarme sobre el sentido de la vida.

Otro. Otra mujer, joven y sana, con una hija de cuatro añitos. Sin avisar, de la noche a la mañana, un cáncer de pecho, con un tumor de los de pésimo pronóstico. Operación, quimio, radio... el purgatorio en vida. Sabe el tipo de tumor que tiene. Mientras ella lucha por sobrevivir, su pequeña debuta con una diabetes insulinodependiente. Pasa por todo ello, sale del hospital... y decide hacerse una liposucción de la zona de caderas... Y yo, como en el caso de antes, sin palabras con sentido suficiente para comprender qué mecanismos se activan en estos casos para apostar por la vida, por sus aspectos más superficiales, incluso, de esa forma tan irrefutable.

2 comentarios:

  1. Leía con atención y emoción, pero lo de la liposucción me ha hecho abrir la boca porque hay cosas que sencillamente no es que no se puedan; es que no se deben ni siquiera intentar comprender.

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  2. Pues la verdad es que yo quedé tan boquiabierta, que no puedo dejar de pensar en las razones. Conozco a la persona, no la considero frívola, nunca antes había tenido ese tipo de intereses. De repente sabe que tiene una sentencia de muerte a corto plazo y...
    La verdad es que creo que es una manifestación de aquello del "mientras hay vida hay esperanza". Tan cuestionable como se quiera, pero tan lícita como tirarse al alcohol o fundirse el patrimonio en cruceros o lo que sea. A mí realmente lo que más me espanta es el hecho de elegir más sufrimiento -y una lipo es cualquier cosa menos agradable- cuando acabas de salir de un dolor sin fin.
    Quizás, como en el caso de depilarse unos brazos completamente mutilados, es que al sentir dolor (o placer o cualquier otra sensación física intensa) te sientes vivo, sientes que tu cuerpo responde y, de esa manera alejas la idea de la muerte...

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